ANÁLISIS LITERARIO DE LA NOVELA "POLVO Y CENIZA"
Polvo y ceniza (Eliécer Cárdenas)
En 1987 obtuvo el Premio Aurelio Espinosa Pólit
con la pieza teatral ‘Morir en Vilcabamba’. Unos años antes, en 1978, su novela
‘Polvo y Ceniza’ logró el Premio Nacional Casa de la Cultura Ecuatoriana. En su
labor histórica se destaca su nombramiento como cronista de la capital azuaya,
un título que le fue conferido en 2014 por el Concejo Cantonal de Cuenca.
En una entrevista con EL COMERCIO en torno a los
premios literarios, Cárdenas hablaba que en el Ecuador hace falta “una
estrategia de marketing de nuestros autores para ganar lectores. Hay muy buenos
escritores que pueden parangonarse con argentinos, chilenos o mexicanos. ¿Los
ecuatorianos estamos condenados a escribir obras mediocres? ¿Qué sucede? Es
marketing. ¿Hay encuentros en donde se han quemado los sesos con por qué la
literatura ecuatoriana no llega al exterior? Es solo cuestión de marketing”.
La novela polvo y ceniza se publicó en 1979,
donde la trama es una obra basada en la leyenda de Naún Briones, un delincuente
lojano que robaba a los ricos para ayudar a los pobres. Un hombre que vivía al
margen de la ley y que Cárdenas logró convertir en el tema con el cual elaboró
una joya literaria, gracias a una eficaz narrativa.
Polvo y ceniza no es sólo la ficción aventurera
de un bandolero, sino una novela de composición cerrada, con separación lineal
y temporal y buen funcionamiento técnico del asunto, alrededor de la vida,
pasión y muerte de un héroe exitosa mítico, el bandido Naún Briones, quien se
ha convertido en tal al rebelarse contra una situación socioeconómica injusta e
intolerable del cultivo austral ecuatoriano. La conducta de él, del
protagonista: aterrador con los hacendados y caritativo con los que tienen poco
dinero, cabida tuvo en la sensibilidad y el saber poblacional desposeída, por
lo cual después del deceso lo transformó en leyenda y Eliécer Cárdenas, con su
brioso y austero soplo narrativo, con su estilo de espontánea belleza y su
percepción intimista, hizo de dicha leyenda una novela realista y perdible.
En esta novela se interpola el mito y la
realidad, la leyenda y la ficción. La novela es, de principio a fin,
fascinante, las razones: 1) por unir el hilo de la novela a la de un héroe
mítico; 2) es lograda en su arte narrativo por la viveza, austeridad y euforia
narrativa; 3) es de una estructura cerrada, apretada y trabajada; 4) hay manejo
técnico del asunto, dominio del lenguaje y originalidad de estilo. Estos son
los componentes que hacen de Polvo y
ceniza una gran novela.
Además, contiene dos partes esenciales que
dimensiona su historia dentro de la novela:
1)
La del héroe mítico y el proceso épico. Esta parte de la novela se
asemeja al poema épico La Ilíada de
Homero, en la cual sobresalen personajes épicos como Ulises, Agamenón, Héctor,
Rolando; así mismo como el poema de El
mío Cid; por lo tanto, su semejanza con el protagonista de la novela, Naún,
es la de un héroe clásico conformado bajos los cánones aristotélicos o
neoclásicos. Cabe mencionar que Naún Briones provenía de la línea de Demetrio
Macías de Los de abajo, arcilla
milenaria andina en el Tahuantinsuyo, muerto y congelado en la Conquista y la
Colonia, siendo marginado por todos por su pobreza, en consecuencia, de su
desafortunado destino, se vuelve la piedra en el camino de Demetrio Macías, el
mismo quien lo empuja barranco abajo para explicar que la Revolución no tiene
vueltas… Es así como su único camino de sobrevivencia es la de ser bandolero.
2) La denuncia como espiral de la
novela se da la vuelta en el asunto, con una base social de explotados sin una
guía de luz que encamine su salida. Estas denuncias de injusticia social se dan
porque los personajes de la novela de clase social alta “ven podrir el grano…”
mientras que los de la clase baja, el hambre los azota y los enferma…”
Naún Briones señala claramente sus razones que
le empujan a volverse bandolero, reiterando enfáticamente que no es justo la
desigualdad económica que él y su familia la sufren en carne propia, mientras
el hacendado, don Julio Eguiguren y su familia, incluso los perros que tenían
como mascotas, gozaban del alimento vedado a ellos que precisamente lo
cultivan. En igual forma nos cuenta Quiroz cómo fue empujado por la persistente
explotación e inmisericorde trato de doña Florencia, personaje opulento y
tacaño y bien conocido en la provincia de Cañar.
La ceguera crítica al no advertir la tinta
acusatoria con que fue escrita esta novela y el no ver al revolucionario
latente en esos hombres que terminan como bandoleros porque no tuvieron otra
forma de canalizar su disgusto e inconformidad contra una sociedad dividida en
episodios, anécdotas y, principalmente, en personajes arrancados de la más viva
y realidad ecuatoriana; así el obispo es un extranjero ajeno a la disparidad
económico- social y por eso condena tácitamente a Naún. Por otro lado, doña
Florencia, luto humano, metáfora de la alineación de la vida, es símbolo triste
de una vida sin vida.
La creación de Naún Briones se levanta desde
diversos ángulos: El mayor Deifilio, quien lo persiguió a sol y sombra, lo
recuerda “a veces con tristeza, nostalgia por todos esos años duros, mal
pagados, de persecución y valentía, de días enteros y noches completas sobre un
caballo apretando un fusil bajo el sobaco”. Hasta que llegó el día que lo
eliminó en Piedra Lisa y por ello guarda una “Condecoración de Valor recibida
por el presidente de la República”. Conserva, además, una Smith calibre 38,
arma del bandido, como medalla. Estos hechos indican ya el ascendiente nivel de
importancia en el que se lo coloca a Briones. El mismo mayor Deifilio quien se
encarga de levantarlo del polvo y ceniza con pinceladas de héroe, héroe del
pueblo, del campesino desheredado.
Mucha gente dice que fue un buen hombre, lo
describen como héroe de él un héroe y sus reproducciones fotográficas andarían
viéndose como relicarios en las fiestas, los mercados, entre otros lugares más.
La dimensión del personaje se supone también por la cohesión épica a lo
Fuenteovejuna, todos a una, que lo da el mismo mayor cuando advierte que “todos
lo temían”, “su fama galopaba por los cuatro costados”.
La novela se encarga de dar forma y llenar toda
esa vida que se desarrolla desde muchacho hasta su muerte. A criterio personal
creo que hay un premeditado proceso de humanización, engrandecimiento y
mitificación y que, en esencia, palpita un revolucionario en aquel bandolero
que, por no saber mejor su forma de dar escape a su angustia y rebeldía en un
campo de injusticias e ignorancias, optó por el único camino abierto: el de
bandolero. Precisamente en lo anterior mencionado es una de las primeras
barreras a vencer por el determinismo con el vienen marcados por generaciones
los campesinos, tal como se advierte en la actitud de “el Quiroz” viejo que
dice:
porque eran
también, sin saberlo, miembros de la raza maldita y estaban, desde su
nacimiento, condenados a una muerte sin piedad, a una suspensión necesaria.
El engrandecimiento o mitificación del héroe
predomina en la novela una pasión: el miedo, el temor. La novela trae una seri
de episodios en los que, a todas luces, se manifiesta cómo Briones hace suyos los
problemas del campesino; de esta manera ayuda a los necesitados, a los que no
tienen nada o los que lo han perdido todo. Toda esta actitud de hacer suyos
estos problemas nacen, evidentemente, de su rebeldía innata frente al estatus
social prevaleciente y sus juicios mencionados o desparramados en el campo en
diferentes escenas y episodios que forman un cuerpo vigente y una filosofía
revolucionaria.
Comentarios finales
Polvo y ceniza es una obra
basada en la leyenda de Naún Briones, un hombre que vivía al margen de la ley y
que Cárdenas logró convertir en el tema con el cual elaboró una joya literaria,
gracias a una eficaz narrativa. La novela tiene cierta comparación con el poema
épico La Ilíada de Homero, en la cual
sobresalen personajes épicos como Ulises, Agamenón, Héctor, Rolando; así mismo
como el poema de El mío Cid todos
estos ya antes nombrados, por
lo tanto, su semejanza con el protagonista de la novela, Naún, solo la podemos
distinguir si las leemos minuciosamente estas obras.
En esta novela de ficción, Cárdenas
utilizó el manejo del recurso del rumor: “el dicen que decía”, “el cuentan que
contaba”. Con esos detalles la escritura parece alimentarse de la
oralidad. La novela está escrita,
asimismo, a manera de contrapunto, presentando las dos caras de la moneda:
pobreza-riqueza, ley-delincuencia.
Principalmente, nos podemos enfocar en cómo era la economía del Ecuador; en esos tiempos existían personas que por ser de mayores recursos económicos se adueñaban de lo que ofrece nuestra madre naturaleza: la agricultura, el agua, ganado, pequeños enseres que nuestros campesinos obtenían, muchos de los campesinos vivían del trueque. Estas personas solían cobrar por un poco de agua, los campesinos eran explotados no solo hombres también mujeres, es decir la esclavitud, sin recibir remuneración y muchos menos una atención médica justa.
Finalmente, polvo y ceniza lo
que más resalta desigualdad económica entre clases sociales. Tal desigualdad de
pobreza empujó al nacimiento de héroes míticos a lo largo de la historia. No es
únicamente la ficción aventurera de un bandido, sino una novela de estructura
cerrada, con ruptura lineal y temporal y buen manejo técnico del tema, en torno
a la vida, pasión y muerte de un héroe popular mítico, el bandolero Naún
Briones, quien se convirtió en tal al rebelarse contra una situación
socioeconómica injusta e intolerable del agro austral ecuatoriano.
Bibliografía utilizada para el respectivo análisis literario
Eliécer Cárdenas, (1992). Polvo y ceniza. Libresa. Quito: Ecuador.
Medina, C.
(2019). Aniversario
de ‘Polvo y ceniza’. El universo. Consultado el 22 de marzo de 2022. https://www.eluniverso.com/larevista/2019/10/13/nota/7552511/aniversario-polvo-ceniza/#:~:text=Polvo%20y%20ceniza%20es%20una,gracias%20a%20una%20eficaz%20narrativa
Ortiz, Diego (26 de septiembre de 2021). «El
escritor y cronista Eliécer Cárdenas falleció a los 70 años». El Comercio.
Consultado el 26 de septiembre de 2021.
Pérez Pimentel, Rodolfo. «Cárdenas Espinoza
Eliécer». rodolfoperezpimentel.com. Guayaquil. Consultado el 26 de septiembre
de 2021
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